Ciudad de México, 28 de octubre (NACIÓN 14).- De la nada, la versión cambia, y la chairiza aplaudidora, comienza a agradecer al humanista, al presidente, haber soltado a Ovidio y magnánimamente, haber evitado una masacre de ciudadanos. El discurso se cambia y se busca aplaudir la última consecuencia en lugar de juzgar, el fondo, ¿Por qué tuvimos que llegar a esa última instancia? Y no somos capaces de entender lo que en realidad perdimos.
El estado fue completamente rebasado, el operativo se hizo a las 14:00 hrs, con niños en las calles en plena salida de clases, cuando un pez de este nivel debe ser capturado en la madrugada, cuando su capacidad de respuesta es menor. Le deja un precedente al gobierno actual, presiónalos y cederán.
No queremos un dictador, pero si queremos un presidente firme. Alguien que por la nula capacidad de quienes puso en posiciones estratégicas del gabinete, prefiere jugar su capital político y jugar a ser Dios en lugar de cambiar sus fichas, es alguien que insiste en no ver la realidad, es el clásico padre de familia rebasado por el berrinche de su hijo, lo quiere calmar con dulces, obviamente funciona, pero el niño ya sabe que, si quiere otro dulce, solo debe hacer otro berrinche.
El gabinete de la cuatroté lo sabe, sabe todo lo que perdieron, sabe la autoridad que ya no tienen y saber que deberán ceder en muchas cosas con el narco, con tal de que estos no vuelvan a mostrar su musculo.
¿Qué viene en el mediano plazo?
Una drástica reducción en los muertos, y no es que la Guardia Nacional comenzará a funcionar de la nada, es más simple que eso, el gobierno tendrá que negociar con el narco y tendrá que ceder muchas cosas a cambio de buena conducta. ¿Es lo que necesitamos?, por supuesto que no, ¿es lo mejor?, por supuesto que si (lo prefiero a seguir con esta cantidad de muertos).
¿Y cambios en el gabinete?, obvio que no, los que están seguirán, son leales, nadie dijo que se necesitaba dar resultados para el puesto, nadie contradijo al presidente, nadie lo traiciono, nadie lo informó adecuadamente, sino todo lo contrario.
Si esto paso, con su gabinete de seguridad, con quienes se reúne diario, ¿Qué podemos esperar de aquellos a los que no pela?, Durazo no se irá de su gabinete, no importa cuantos errores comenta, él seguirá ahí. Si Rocío Nahle detuvo al país dos semanas por causar escases de gasolina y continua en el puesto, es por su lealtad inquebrantable. Jiménez Espriú ya tiró a la basura 120 mil millones de pesos en la cancelación NAICM y no se irá, Si Bartlett disminuyó en un 72.6% las utilidades de CFE y sigue ahí, es claro que pesa más la lealtad que los buenos resultados. Pero el castillo de naipes comienza a caer y el huracán no ha empezado aún.
Repite una mentira mil veces, y conviértela en verdad.
¡CHAIRO, DATE CUENTA!