Ciudad de México, 5 de octubre (NACIÓN 14).- La marcha del 2 de Octubre recuerda a los estudiantes asesinados por órdenes del gobierno hace 51 años encabezados por Díaz Ordaz, poco ha cambiado desde ese acontecimiento que marcó la historia de nuestro país.
Si bien las organizaciones estudiantiles han ganado el derecho de tener voz y participación en movimientos o protestas civiles, lo cierto es que nos encontramos en un escenario donde las malas noticias son cosa de nuestro clima social.
Del 68 a la tragedia de Ayotzinapa y en años recientes noticias de estudiantes que perdieron la vida, con una constante; fueron víctimas de la violencia en impunidad en la que nos encontramos inmersos, es momento de dejar de cuestionar a las víctimas “¿Qué hacía tan tarde?”, “¿Qué estaba haciendo solo/a?” ese comportamiento no hace más que justificar la violencia y proteger al agresor.
Eventos de esta naturaleza se están volviendo una constante y debemos exigir a nuestras autoridades e instituciones educativas castigar los actos.
En lo personal tengo la firme idea que cualquier escuela debe garantizar la integridad de los alumnos en su trayecto de la casa a la escuela ¿Cuando fue la última vez que te sentiste un estudiante protegido?