… y también lo tiene Trump
Ciudad de México, 2 de octubre (NACIÓN 14).- Mucho ha dado de qué hablar en los meses que van de la 4T –incluso mucho antes- el “carísimo” avión presidencial de nombre José M. Morelos y Pavón adquirido en noviembre de 2012 por el gobierno de Felipe Calderón y que estrenara el Presidente Enrique Peña Nieto en febrero 2016, mismo que solo sirviera 2 años, 9 meses para transporte presidencial en giras nacionales e internacionales.
Y es que todos en México conocemos este aparato de última generación y su controversia, mismo al que se le pueden atribuir gran parte de los discursos anti neoliberales -de campaña- que el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador pregonó por todo el territorio nacional, antes, durante e incluso después de las campañas presidenciales –es más- ¡hasta la fecha!
Nadie puede negar que cuando se habla de ese majestuoso Boeing 787-800 DREAMLINER de última generación, el mandatario aprovecha para citar una de sus tantas frases célebres convertida en tendencia nacional antes de que fuera elegido Presidente de todos los mexicanos:
“ESE AVIÓN NO LO TIENE NI OBAMA”
…decía en sus discursos hasta el 20 de enero de 2017, día en que Donald Trump asumió el cargo de Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y entonces la frase cambio a:
“ESE AVIÓN NO LO TIENE NI TRUMP”
En su conferencia mañanera de este 1 de octubre, el presidente hizo nuevamente mención del avión cuando aseguró que en su administración ya no hay aviones ni helicópteros para trasladar a los funcionarios públicos, “Ya no hay avión presidencial, ya está en venta el avión presidencial que iba a costar, por el financiamiento, siete mil millones de pesos, un avión que no lo tiene ni Donald Trump” .
Pero… la verdad es que esta frase resulta ser una contundente farsa -al igual que muchas otras utilizadas por el hoy mandatario-, pues no solo mintió cuando lo dijo en el pasado probablemente para polarizar el tema y dividir al electorado, sino que lo sigue haciendo a sabiendas de que es una vil mentira y a continuación las razones.
El Boeing 787-800 DREAMLINER “carísimo” y en controversia tiene un precio a crédito que asciende a poco más de siete mil millones de pesos mexicanos y de 218 a 240 millones de dólares de contado, dependiendo de la configuración y solo para la versión 800; precio que no se compara con los 2 modelos Boeing 747-200 versión militar modificada a Boeing VC-25A y Boeing VC-25B idénticos en configuración y adaptaciones, conocidos mundialmente como Air Force One que transportan al hoy presidente de Estados Unidos, Donald Trump tal como lo hicieran en el pasado con sus 3 antecesores.
Y si decimos que no se puede comparar un 787-800 DREAMLINER con un VC-25A-B, es porque la brecha entre estos aparatos es muy amplia -más bien inmensa- y basta conocerla a detalle para entender qué pone en evidencia el falso -e ignorante- discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador contra esta adquisición de sus antecesores Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Según la revista Forbes-México en su edición del 29 de Abril del 2018 cada una de estas impresionantes aeronaves AFO tienen un valor superior a los 325 millones de dólares –¡cada una!- esto, siendo 26 años más antiguos que el José M. Morelos y Pavón, cifra que contrasta el máximo precio de 240 millones de dólares del “carísimo” 787-800 estrenado en febrero de 2016.
Las dos versiones de 747-200 que fueron modificadas para uso militar y presidencial fueron adquiridas en 1990 por la administración del Presidente Bill Clinton y entre sus modificaciones cuentan con muchas particularidades que los hacen superiores en valor, autonomía y poder entre cualquier otra aeronave que transporte a algún mandatario o Jefe de Estado.
Entre las particularidades con que cuentan estos dos poderosos pájaros de acero norteamericanos se encuentran, su capacidad para ser reabastecidos de combustible en el aire, lo que les brinda una autonomía ilimitada para poder trasladarse de un punto a otro del planeta sin necesidad de tener que aterrizar para recarga, o sea, pueden llenar sus tanques mientras vuelan.
Otras de las grandes peculiaridades de los Boeing CV-25 es que pueden repeler ataques aire-aire y aire-tierra mediante el despliegue de sistemas contra misiles que se encuentra siempre en activo mejor conocidos como bengalas, además de otros más modernos para misiles dirigidos por láser, aunque estos últimos son considerados por el Servicio Secreto como confidenciales.
Además, cuentan con una cocina capaz de preparar simultáneamente alimentos hasta para cien personas, una oficina Presidencial equipada con la tecnología más vanguardista en comunicaciones conectada en todo momento con la Casa Blanca, el Pentágono, el Capitolio, la Cámara de Representantes, todos los miembros del Gabinete así como sus oficinas y la totalidad de las Bases Militares estadounidenses desplegadas en el planeta, o ssea, desde el Air Force One, el presidente de los Estados Unidos puede hacer uso –si lo desea y requiere- del control total del Gobierno así como del poderío militar para ordenar un ataque desde convencional hasta nuclear.
Así mismo puede realizar trasmisiones en vivo, recibir y enviar todo tipo de información; esto sin poder ser detectado por ningún radar gracias a los materiales con que cuenta el fuselaje que le proporcionan un sigilo adicional a su capacidad para volar por encima de los 13,500 metros de altura, lejos de las rutas aéreas comerciales y fuera del alcance de radares militares y la mayoría de los misiles tierra-aire.
Y por si esto no fuera poco, también cuentan con una sala de enfermería que se puede convertir en un quirófano con capacidad para realizar casi cualquier tipo de intervención quirúrgica donde hay un doctor disponible siempre que el presidente se encuentre a bordo de la nave.
Por el contrario, el Boeing 787-800 José M. Morelos y Pavón adquirido en 2016 por el Gobierno de México, aun y con su configuración “de lujo” y sus adaptaciones para brindar comodidad al Jefe del Estado Mexicano y sus acompañantes pareciera más un juguete –por no decir baratija- en comparación con el Air Force One, donde lo único que se puede resaltar de este primero es el baño con acabados en mármol, una alcoba Presidencial con cama matrimonial, sala de juntas, una pequeña enfermería, cocina, oficina con conexión satelital a las áreas esenciales del Gobierno así como algunos miembros del Gabinete y los comandos del Ejercito, la Marina y Fuerza Aérea, resaltando también el acceso gratis de conexión a Internet Wi-Fi para todos los acompañantes y una autonomía de vuelo de más de 13,700 kilómetros sin escalas.
Por lo tanto queridos lectores, queda más que desnudada la burda frase del presidente López Obrador, ya que lamentamos decirles que:
“ESE AVIÓN, SÍ LO TIENE TRUMP…
Y LO TUVIERON TAMBIÉN SUS 3 ANTECESORES”
No obstante esto, en 2018 se anunció que el Presidente Donald Trump podría haber llegado a un acuerdo con Boeing Company para la adquisición de dos modelos Boeing 747-800 de última generación, esto para sustituir a los viejos 747-200 por versiones militares modificadas, ambos con un valor superior a los 3,400 millones de dólares, unos 68 mil millones de pesos, suma que no se compara con los siete mil millones que el Gobierno de México debía pagar por el José M. Morelos y Pavón 787-800 DREAMLINER, suma que cabe recordar BANOBRAS aún no liquida por completo a Boeing Company.
No obstante el 3 de diciembre de 2018 el Presidente López Obrador decidió poner a la venta esta nave Presidencial por considerarla innecesaria y un insulto a la población pobre de México, argumentando que:
“No puede haber Gobierno rico con pueblo pobre”
…por lo que ahora el Gobierno Federal no solo tiene que pagar el monto mensual equivalente a 34.7 millones de pesos correspondiente al financiamiento del avión, sino que debe agregar el costo por tenerlo “estacionado” y en desuso en la base aérea de Victorville al sur de California, suma que aún se desconoce con precisión, pero que se presume podría tratarse de varios millones de pesos al mes.
Sí señores, -nos han engañado todo este tiempo-, el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica siempre ha tenido un avión Presidencial superior en todo al de México, así como al de todos los demás líderes y jefes de Estado del mundo.
Carlos Dominguez