Ciudad de México, 6 Sep. (Nación14).- El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para homenajear y recordar a Francisco Toledo, el pintor mexicano que hizo mucho por Oaxaca, donde impulsó la creación de bibliotecas, centros culturales y luchó por la preservación del patrimonio cultural y monumental.
En el vestíbulo de este recinto cultural se instaló una exposición de siete obras y una fotografía del maestro Francisco Toledo, acompañada por el Coro de Madrigalistas que interpretó seis canciones de origen zapoteco.
El artista que falleció la víspera a los 79 años de edad a causa de cáncer, y quien adoptó la mencionada entidad en su corazón, luego de nacer en 1940 en la ciudad de México, hijo del zapatero Francisco López Orozco y Florencia Toledo Nolasco.
La familia López Toledo residió en varios estados como Oaxaca, Chiapas y Veracruz, lugares que vieron nacer la obra del artista, para en 1956 volver a la capital y luego de no poder ingresar a la Academia de San Carlos, tomó clases de litografía en La Ciudadela, para continuar con un viaje incansable por el mundo de las artes donde conoció a otros artistas como Rufino Tamayo.
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