México, 1 de junio de 2020 (NACIÓN 14).- El día de hoy es histórico para la región de América del Norte por la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este Tratado representa la consolidación de los esfuerzos de México por insertarse en las cadenas de producción global y posicionarse como un centro exportador de vanguardia.
El T-MEC es un elemento central de la política comercial de México y un instrumento que impulsa la profundización de la relación con Estados Unidos y con Canadá. Establece un marco institucional que otorga certidumbre jurídica al inversionista, al empresario y al consumidor en América del Norte, pues moderniza y amplía las reglas del comercio de bienes y servicios en la región.
El gobierno del Presidente López Obrador tiene el propósito de consolidar este Tratado como una palanca de desarrollo del país y como una herramienta que contribuya a una más rápida recuperación económica ante los efectos provocados por el COVID-19.
Las ganancias del T-MEC
El T-MEC no solo busca una mayor integración económica entre los países de América del Norte, sino también incrementar el bienestar de la sociedad.
Uno de los principales logros del Tratado es mantener el libre comercio para todos los bienes originarios, por lo que las exportaciones mexicanas seguirán gozando de acceso preferencial (exentas del pago de arancel) en los mercados de Estados Unidos y Canadá. Además, se introdujeron nuevas disciplinas para el comercio de bienes remanufacturados en la región, con el fin de asegurar un tratamiento igual al de bienes nuevos, lo cual impulsará su comercio. El T-MEC moderniza, además, el esquema de certificación y el procedimiento de verificación para hacerlo más expedito, lo que abonará en la competitividad de las empresas de América del Norte.
En lo relativo a la facilitación comercial, el acuerdo incluye disposiciones que facilitan y agilizan el movimiento y despacho de mercancías en las aduanas y la transparencia en los procedimientos administrativos. También establece compromisos de coordinación entre los organismos que intervienen en los cruces fronterizos.
Con objeto de fortalecer aún más la propiedad intelectual, el T-MEC contiene disciplinas en materia de derechos de autor, marcas, indicaciones geográficas, patentes, protección de datos no divulgados, diseños industriales, secretos comerciales, esquema de limitación de responsabilidad de proveedores de servicios de Internet y disposiciones en materia de observancia. Lo anterior abonará al Estado de Derecho entre los socios del T-MEC y hará más atractiva la inversión en México.
Un tema clave es el relativo a las medidas anticorrupción. En este acuerdo, México se compromete a fortalecer su marco legal para combatir prácticas de corrupción que puedan afectar el ambiente de negocios en nuestro país.
El T-MEC reconoce que la competitividad en la región es fundamental y busca incrementarla con iniciativas que promuevan una mayor participación de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en las cadenas de valor en la región, lo cual se reflejará en más y mejores empleos en nuestros países.
Con el nuevo Tratado se busca consolidar la región de América del Norte, misma que representa 6.5% de la población mundial (493 millones de habitantes), la segunda mayor economía con 18.3% del PIB mundial ($26 billones de dólares) y el segundo exportador del mundo, con una participación del 15.9% del comercio total en 2019.
El T-MEC llega en un momento clave para enfrentar los enormes retos del crecimiento y el desarrollo frente a los desafíos que la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias imponen. Su entrada en vigor es un paso contundente hacia la recuperación económica.