Ciudad de México, 12 Sep (Nación14).- Mientras México se comprometió a mantener reducido el tráfico de migrantes irregulares por su territorio, consiguió de Estados Unidos crear un grupo de trabajo para congelar el tráfico ilegal de miles de armas que se envían desde ese país y van a parar a la delincuencia organizada.
“El control de tráfico de armas en la frontera para nosotros tiene el mismo rango de prioridad que para ellos tiene el tema de la migración”, sentenció el canciller Marcelo Ebrard, en la cotidiana rueda de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Palacio Nacional.
El secretario de Relaciones Exteriores informó detalles de las conversaciones sostenidas el martes con lo más altos funcionarios de la Casa Blanca –incluido el presidente estadunidense, Donald Trump- para evaluar los acuerdos migratorios firmados el 7 de junio pasado por presiones de Washington con la amenaza de imponer aranceles a las importaciones mexicanas.
Tanto López Obrador como Ebrard indicaron que se alejó la posibilidad de las sanciones comerciales ante las acciones adoptadas por México para contener a los migrantes irregulares en la frontera sur.
Con el apoyo de 25 mil elementos de la recién creada Guardia Nacional y elementos de otras dependencias, México logró reducir en 70 por ciento el tránsito de migrantes centromearicanos desde el sur, mientras en siete por ciento se bajó el ingreso de mexicanos a Estados Unidos.
“El esfuerzo que se ha llevado a efecto no descansa en el incremento de detenciones o rescates, sino en la inteligencia y en la disuasión, así como en ofrecer otro tipo de opciones para las personas”, señaló Ebrard.
El canciller se refería a la inversión mexicana de 100 millones de dólares en los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) para crear 60 mil empleos con el fin de dar oportunidades a la población y eviten salir de sus países de origen.
Bajo el argumento de que México ha cumplido su parte, el canciller señaló que el país insistió en que se congele el tráfico de armas de fabricantes estadunidenses hacia el territorio mexicano para lo cual empezó a funcionar un grupo binacional que cada mes evaluará el tema.
Según cifras oficiales, el 70 por ciento de las armas que se utilizan en México para cometer delitos provienen de Estados Unidos.
“El objetivo de México sería congelar el tráfico de armas en la frontera. Nuestro objetivo último no es nada más reducirlo, sino congelarlo, y para eso necesitamos la participación de las autoridades norteamericanas”, comentó Ebrard.
En este momento, mientras México por las presiones estadunidenses redujo la migración centroamericana con las acciones de contención, en materia de parar el tráfico de armas Estados Unidos “está haciendo muy poco, sino es que nada”.
“México va a estar exigiendo las acciones que Estados Unidos debe tomar en reciprocidad a las que México está tomando, advirtió Ebrard.
Lo que México quiere es según Ebrard, que Estados Unidos revise y advierta a cualquier persona que vaya a ingresar a este país que entrar con armas es ilegal.
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