Ciudad de México, 1 Sep (Nación14).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió hoy en el marco de su Primer Informe de Gobierno, que acuerdos con Estados Unidos, obligan al país a endurecer su política migratoria pero “con respeto a los derechos humanos”.
El acuerdo que evitó la imposición a México de aranceles por parte de Estados Unidos “nos obliga a ser mas estrictos en la aplicación de la ley en la materia, sin violar derechos humanos y rescatando a nuestro favor el reconocimiento de que se atenderá el asunto sin usar la fuerza y la coerción”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a México el 30 de mayo pasado con imponerle aranceles graduales a todas las importaciones por considerar que el país no hacía nada para contrarrestar la migración desde países centroamericanos.
Luego de intensas negociaciones, ambos países anunciaron un acuerdo que conjuró el riesgo de los aranceles a partir del 10 de junio.
De acuerdo con Estados Unidos, tan solo en mayo unos 133 mil personas entraron de manera irregular a su territorio desde México, el número más alto en 12 años.
México se comprometió a recurrir a la recién creada Guardia Nacional para destinarla a la frontera sur, llevar un registro puntual de los migrantes que entran a su territorio y dar asilo a migrantes.
Funcionarios de ambos países se reunirán el 10 de septiembre para hacer una segunda evaluación sobre la marcha de los acuerdos. El 5 de septiembre vence el plazo para que México presente resultados sobre parte de los acuerdos relacionados con el freno del flujo migratorio.
“Hemos procurado que la relación bilateral con Estados Unidos se conduzca con base en el respeto mutuo, la cooperación para el desarrollo y la solución negociada para problemas comunes”, dijo López Obrador.
De acuerdo con el mandatario, la política migratoria de México incluye impulsar mecanismos para reactivar las economías de Centroamérica, en especial de los países del llamado Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador).
Se trata de lograr “que todas las personas puedan trabajar, estudiar y tener bienestar donde nacieron o residen, que no se vean forzadas a abandonarlos por hambre o violencia, que solo emigren quienes lo hagan por voluntad no por necesidad”.
Como parte de su estrategia, México anunció el envío de 100 millones de dólares para Centroamérica con el fin de impulsar programas de desarrollo que eviten la migración.
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