Esta mañana desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, se concreto lo que ya se veía como un hecho. La alianza “Va Por Tamaulipas” hoy es una realidad que lleva como abanderado a un distinguido campesino tamaulipeco, conocido como el “Truko” Verástegui. Quien hasta hace unos días era secretario general del Gobierno del Estado.
Campesino sureño que gusta de montar a caballo bajo el sol y recorrer los campos de caña y alfalfa de su natal Xicoténcatl. Así describen al ingeniero César Augusto Verástegui Ostos quienes lo conocen. A diferencia de otros políticos que han llegado alto en la administración pública el Inge tuvo que ‘rifarsela’ aprendiendo a tomar desiciones “desde joven, para ir escalando en las escaleras de la política”, esto él mismo lo señala.
Pues de familia campesina y docente su futuro en la grilla no era muy prometedor. Pero con esfuerzo, trabajo y astucia aprendió a surfear entre los tiburones de la complicada grilla tamaulipeca para ocupar cargos en la administración pública e ir construyendo la gran carrera y experiencia que hoy lo acompañan por todos los rincones del estado. Pues no hay comerciante, empresario, ganadero, campesino, agricultor, pescador, constructor, etc… que diga que no lo conoce.
Todo comenzó por querer mejorar las condiciones de vida de su natal Xicoténcatl, municipio que le brindo la confianza de ser dos veces presidente municipal gracias a que se supo ganar el cariño de la gente trabajadora de esa gran región cañera y ganadera. Mismos que lo impulsaron aplastando el cacicazgo que reinaba en la zona y que se oponían a su liderazgo.
Y así, poco a poco a ido escalando en esto de la grilla. De alcalde de su pueblo a diputado federal, presidente del PAN en la entidad y numero dos del Gobierno del Estado hasta hace unos días. Hoy la suerte le vuelve a sonreír, pero la prueba no será fácil. Pues la elección más grande de la historia de Tamaulipas está frente a él.
Con una sociedad altamente polarizada por el discurso populista que de lunes a viernes de 07:00 a 09:00 de la mañana se vierte a la sociedad mexicana desde el centro del poder en Palacio Nacional. Recinto histórico que se ha convertido en plaza de linchamiento mediático a quienes ayer fueron gobierno y hoy son oposición.
Y más que eso, pues el discurso oficial a hecho mella en la opinión pública invirtiendo un gran capital económico y humano para estigmatizar el noble oficio de ser oposición en México y la practica de disentir de las políticas públicas implementadas por la administración federal. Misma que no tiene pudor en proteger a presuntos delincuentes que forman parte de su movimiento mientras estigmatiza a una oposición ya de por sí desgastada y con liderazgos mediocres.
Por eso el reto es enorme. El Truko no la tiene fácil y lo sabe, pues no es un político improvisado, mucho menos tonto o ingenuo. La elección será contra el gobierno central, contra el discurso de los que se dicen los buenos ocultándose en la sombra de un presidente que ostenta una aprobación brutal del 70% y que se mete en los procesos electorales desde sus conferencias cuanto le da la gana. Pues no hay INE que pueda con él.
Pese a todo, el Truko ya le entro al ruedo, pues como valiente tamaulipeco del sur no se va a dejar asustar por la sombra del autoritarismo que amenaza arrebatarle Tamaulipas a los tamaulipecos a cambio de programas de asistencia social y el despilfarro de los recursos públicos. Pues en la orgullosa entidad norteña el pueblo aprendió a trabajar y valerse por si mismo tras décadas y décadas de esfuerzo por consolidar el pujante y rico estado que hoy todos tenemos y que podemos presumir si lo comparamos con otras regiones del país.
Las cartas están en la mesa y es cuestión de tiempo para que los movimientos comiencen y se empiece a ver “de qué lado masca la iguana”. Y si el pueblo de Tamaulipas optara por dejar su destino en manos de un hombre que ha pasado toda su carrera en la administración pública sirviendo al pueblo tamaulipeco y fiel a sus convicciones, o si darán el giro por comprar el discurso populista y las promesas de más dinero público regalado a costa del debilitamiento y abandono de las instituciones del gobierno.
Muchas becas, muchas pensiones y muchos “beneficios” que se traducen como dinero del erario regalado a cambio de abandonar las inversiones en hospitales, medicinas, escuelas de calidad, desarrollo económico, seguridad publica y combate al crimen organizado, etc…
La decisión esta en los tamaulipecos.
Por Carlos Domínguez