México, 26 de octubre de 2020 (NACIÓN 14).- La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en Inglés) dio a conocer este día el hallazgo de agua en su estado líquido en algunos cráteres en la Luna.
En la información revelada por la NASA se detalla que el líquido encontrado en el satélite de la Tierra se ubica en la superficie de la parte iluminada de este astro.
El descubrimiento fue detectado por el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja de la NASA (Sofía, por sus siglas en inglés), que confirmó la presencia de moléculas de agua en el cráter Clavius, uno de los cráteres más grandes visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna.
“Mediciones de esta ubicación revelan agua en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de 12 onzas atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar”, explica la NASA en su informe.
Este hallazgo significaría que el agua en la Luna no solo se encontraría congelada en los polos, sino que también puede estar distribuida por toda la superficie lunar y no solo en las zonas frías o que no tienen contacto con los rayos del Sol.
“Como comparación, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó en el suelo lunar. Pese a que se trata de una cantidad pequeña, el descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre cómo se crea y persiste el agua en la dura superficie lunar sin aire”, describe la NASA sobre la importancia de este hallazgo y lo que podría representar para la existencia de la vida en el universo.
La importancia de este descubrimiento también puede impactar directamente en la exploración del espacio y la posible creación de una colonia humana en la Luna como base de operaciones para estudiar el universo.
“Bajo el programa Artemis de la NASA, la agencia está ávida por aprender todo lo que pueda sobre la presencia de agua en la Luna antes de enviar a la primera mujer y al siguiente hombre a la superficie lunar en 2024 y establecer allí una presencia humana sostenible para finales de la década”, escribió la NASA.
El observatorio aéreo más grande del mundo, SOFIA es un Boeing 747SP modificado con un telescopio de 106 pulgadas (2,7 metros) que vuela alto en la atmósfera para proporcionar una vista clara del universo y los objetos de nuestro sistema solar. Al volar por encima del 99% del vapor de agua de la atmósfera, SOFIA observa en longitudes de onda infrarrojas y puede detectar fenómenos imposibles de ver con luz visible.