México, 12 de octubre de 2020 (NACIÓN 14).- El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, afirmó ante senadoras y senadores de la República que no debe haber duda que México fue uno de los países que, decidió tener una conducción científica de la pandemia y lejana de los intereses políticos y de las coyunturas de momento.
El funcionario que compareció ante la Comisión de Salud, que preside el senador Miguel Ángel Navarro Quintero, como parte de la glosa del Segundo Informe de Gobierno, recordó que México integró un grupo técnico de expertos en la materia de salud pública, de la medicina, de la virología, de la ciencia y de la tecnología, encabezados por el Secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer Varela para enfrentar la pandemia de COVID-19.
Destacó que desde el inicio de la pandemia se instrumentaron intervenciones de mitigación para minimizar el impacto, reducir la transmisión y mantener disponibles las camas hospitalarias, las cuales aumentaron más de cuatro veces, junto con el personal de salud.
Informó que la estrategia de intervención poblacional para contener y mitigar el impacto, ayudó a dar mayor tiempo para preparar hospitales, evitar saturación en los nosocomios y tener un menor impacto en la salud poblacional. Manejar y enfrentar una pandemia no es una tarea sencilla, por lo que hay que tener claro cuáles son los objetivos, apuntó.
Refirió que la actual pandemia es la más grande y grave crisis de salud publica que la humanidad haya enfrentado en los últimos 100 años, además, representa un fenómeno que se presenta en las realidades socio económicas, culturales y sociales de cada nación.
En este sentido, el funcionario expuso el status quo con el que México enfrentó esta contingencia sanitaria. Para entender la dimensión de este problema, explicó, se debe partir de una conciencia clara sobre los fenómenos sociales.
Señaló que en el caso de nuestro país esas circunstancias están situadas en un contexto de desigualdad, injusticia social, concentración de la oportunidad y riqueza, de carencia de servicios públicos, especialmente, en los últimos 40 años.
La desigualdad social marca los ritmos de las consecuencias y capacidades de actuación y el destino de millones de mexicanas y mexicanos. Esto es difícil enfrentarlo y reconocerlo, pero se tiene la conciencia clara de las realidades sociales y económicas marcan el destino de todo lo demás, expresó.
Recordó que 52 millones de mexicanos viven en condiciones de pobreza, de ellos 9.3 millones están en pobreza extrema. Además, 26 millones de personas no tienen acceso a una alimentación suficiente, 25 millones no tienen servicios básicos de vivienda y 20 millones no tienen acceso a servicios de salud pública.
Aunado a ello, el país tiene la más grande y grave epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles del mundo, donde 75 por ciento de la población padece obesidad y sobrepeso; 25 por ciento, hipertensión, y 14 por ciento, diabetes.
Debido a esas enfermedades, agregó, México es el único país que, en situación de paz, ha reducido su esperanza de vida al nacer en 2011. Asimismo, refirió que en 2018, casi 30 mil personas murieron por neumonía e influenza en el país.
López-Gatell señaló que esas comorbilidades son determinantes directos de la mortalidad por COVID-19. Estos padecimientos son los que abundan en México, reducido la esperanza de vida y a que tengamos una mediana edad de 55 años en la muerte por este virus.