Todo era alegría y derroche cada Sábado de Gloria en los Altos de Morelos, en el municipio de Tetela del Volcán, cientos de visitantes eran testigos que la tradición de mojarse aún perduraba en estos pueblos donde el agua abunda. En el río se concentraban miles de personas a lo largo de la cuenca del río Amatzinac, al día siguiente decenas de usuarios de agua de riego subían a reparar las mangueras trozadas que ocupaban para mojar a quien se atreviera a llegar al Salto.
Hoy existe una preocupación generalizada por los habitantes que año con año celebran mojándose en Sábado de Gloria, “-ya se acabó el agua” mencionan los manguereros preguntando si estaremos presenciando la extinción de un importante afluente de los escurrimientos de agua que proveen los deteriorados bosques del volcán Popocatépetl.
Los campesinos de la zona de los Altos de Morelos viven principalmente de la siembra del aguacate lo que ha generado un alarmante impacto ambiental, el cambio de uso del suelo a huertas de aguacate modifica en forma importante el ciclo hidrológico, aumentando la necesidad por el consumo de agua del aguacate. En la actualidad, la cantidad necesaria de agua para producir un kilo de este superalimento oscila entre los 600 hasta unos 2.000 litros de agua, según The Water Footprint Network. En Michoacán se logró optimizar el consumo de agua con la adopción de riego tecnificado y control de crecimiento de las plantas.
Derivado de la explotación existe el riesgo de que la región se vuelva una zona de escasez hídrica que se define como el escenario en el cual un sector supera su disponibilidad.
“Los Manguereros”
Para gestionar su recurso más valioso los usuarios del río Amatzinac también conocido como barranca de Amatzinac porque sus aguas fluyen encañonadas, crearon múltiples comités los cuales se volvieron la agrupación más numerosa de las que existen con más de cien grupos registrados y otros 200 clandestinos aseguran conocedores del tema. Cada grupo es responsable de una, dos y hasta más mangueras explica uno de ellos. “La llevamos para regar las huertas y llenar las ollas de agua (excavaciones en la tierra recubiertas con con geomembrana de PVC y HDPE) se guarda para seguir regando cuando no te toca”.
Para los turistas que visitan la zona les es decepcionante que les recomienden visitar el Amatzinac y al llegar se encuentren con un “río de mangueras”, incluso en la cuenca del Amatzinac se ha hecho uso de ingeniosos metodos para conducir el agua a través de enormes alturas entre cerros llamados “volados” que se aprecian a lo largo del camino que conduce al Salto, cascada natural donde iniciaba el hoy extinto río.
En entrevista uno de los grupos de manguereros denuncia que “agua si hay, pero la subieron a las mangueras; no es que dios nos castigue, nosotros estamos acabando el río, le hemos dicho a Tano el presidente de los manguereros que muchos ya le vieron negocio y la venden, si antes decian que tenian una manguera ahora tienen cuatro, solo asómate a las barrancas y verás”, concluye uno de ellos.
Curiosamente al ser una zona donde los huertos se mantienen con agua de riego en cuanto la lluvia amenaza con caer existen los llamados cañones antigranizo que ahuyentan las nubes cargadas de agua, estos cañones han estado prohibidos en distintos países.
En un artículo de la Agencia Informativa Conacyt se publica una investigación realizada en Michoacán en la cual se descubrió que los árboles de aguacate permiten poca infiltración preferencial del agua al subsuelo por la estructura de sus ramas y raíces.
El ahuyentar la lluvia, impedir que el agua se infiltre al sustrato, la extinción de los glaciares y el consumo exacerbado de agua conducirán inevitablemente a que más temprano que tarde exista un brote de violencia por el agua, a las autoridades poco o nada les preocupa resolver el conflicto del agua y territorio entre los pueblos, sino garantizar también la parte que requerirán para la producción electrica de la termoelectrica de Huexca, la industria y la minería como mencionaba Samir Flores defensor del territorio y radialista comunitario asesinado a las puertas de su casa el 20 de febrero de 2019 por alertar a los pueblos del conflicto que se viene.
Quienes padecen la falta de agua es la población misma, la de uso doméstico. En los pueblos donde abundan los manantiales se consume agua de garrafón, “se tiene agua hasta cada semana unas horas al día” señala Guillermina, mujer dedicada al hogar que padece de la falta de este recurso. “¿Cuanto tiempo falta para que comencemos a comprar pipas? Pregunta Guillermina con incertidumbre sin encontrar respuesta.