México, 20 de enero de 2021 (NACIÓN 14).- Hugo Valdemar, exvocero de la Arquidiócesis relató a la agencia Proceso que el cardenal Norberto Rivera Carrera recibió la extremaunción ante su complicado estado de salud tras dar positivo a COVID-19 y denunció que la Arquidiócesis de México no ha querido absorber los gastos médicos del hospital privado donde fue internado.
Valdemar comentó a Proceso que el Arzobispo Primado Emérito de México ingresó al Hospital privado Mocel, el pasado 16 de enero pero debido a que se agravó su salud fue trasladado a otro hospital, del que omitió dar su nombre para mantener la privacidad del cardenal.
El exvocero detalló que Norberto Rivera tiene serios daños pulmonares y llegó a presentar una saturación de oxígeno al 40 por ciento, actualmente, el cardenal se encuentra sedado e intubado.
Por su condición grave, compartió que el lunes pasado un sacerdote lo visitó en el hospital donde actualmente se encuentra para darle la extremaunción. Se le conoce así, al acto católico de realizar la unción con un aceite u óleo sagrado al enfermo para prepararlo para dejar su cuerpo físico.
El vocero denunció además, que a pesar de que la Arquidiócesis Primada de México cuenta con un seguro médico para sus sacerdotes, el Arzobispo Primado de México Carlos Aguiar Retes se ha negado a cubrir los gastos médicos de Rivera del hospital privado Mocel, que oscilan los 80 mil pesos.
Por su parte, esta tarde, a través de un comunicado, la Arquidiócesis Primada de México respondió que la Vicaría del Clero es la instancia encargada de acompañar a los sacerdotes y obispos durante su enfermedad, manteniendo contacto, apoyando y dando seguimiento a su estado de salud.
La Arquidiócesis dijo que en los casos que requieran hospitalización, la atención se brinda a través de los hospitales del sector salud, aquellos hospitales privados que están en el convenio establecido por las autoridades gubernamentales y los hospitales temporales COVID.
Explican que esta decisión va en consonancia con la situación económica que vive la iglesia en todo el país y en comunión y solidaridad con lo que viven miles de mexicanos durante esta pandemia.
En ese sentido, subraya que “aquellos obispos y sacerdotes contagiados de COVID-19 que deseen llevar el seguimiento de su enfermedad a través de otros medios pueden hacerlo, con recursos propios”.
En el caso del cardenal Norberto Rivera Carrera señala que él tomó la decisión de recibir atención médica en el sector privado.