Morelos, 9 noviembre (NACIÓN 14) .- La eterna montaña humeante, de tierras fértiles y de abundantes recursos que aloja a los pobladores del municipio de Ecatzingo, Estado de México en sus laderas, dicen vivir sin miedo cerca de “Don Goyo”, a pesar de ser considerado el volcán más peligroso de México.
Juan Carlos, taxista del municipio, narra las veces que tuvieron que evacuar debido a que la Alerta Volcánica fue elevada a Amarillo Fase III, y cuenta que las explosiones continuas son cosa de todos los días, “Nos hemos acostumbrado a vivir con Don Goyo, el día que haga erupción ya será cosa de Dios”.
El monitoreo permanente del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) realiza estudios en el comportamiento del Popocatépetl y considera que una erupción repentina seria fatal para las personas que viven dentro del radio de peligro, el deterioro de las vías de comunicación y la falta de procotocolos provocaría un caos en caso de una evacuación masiva.
Por esa razón, muchos de los habitantes prefiere no abandonar sus hogares como el caso del señor Jaime, quien asegura que él no desalojaría por preferir cuidar a sus animales de crianza, “yo no podría irme y dejar mis animales, hace años ocurrió lo mismo, el volcán se puso feo, mucha gente se fue y al final no pasó nada, se perdieron mulas, caballos, cerdos y pollos, el volcán nos avisa si tenemos que irnos” mientras cuenta esto, su mirada se pierde en las montañas como rogando en silencio que el volcán nunca tenga que sacarlos de su tranquilidad.
Para el Cenapred, el comportamiento que ha presentado la montaña los últimos meses se encuentra dentro de los parámetros contemplados en el semáforo Amarillo fase 2, en donde se pueden presentar eventos eruptivos, flujos de lava y expulsión de material incandescente a kilómetros del cráter.
Asimismo, los sismos y trémores son parte del desfogue de energía acumulada, actualmente las restricciones indican no acercarse al cráter por el peligro que representan las explosiones.
Explosiones intensas, sismos vulcanotectónicos y columnas de ceniza con altura de mas de 2,000 metros son parte del comportamiento del volcán en esta fase, hasta que los vientos cambien, la ceniza podría llegar a centros urbanos en dirección al noroeste, incluso en la Ciudad de México.
El semáforo de Alerta Volcánica permanece en Amarillo Fase 2.