México, 12 de enero de 2021 (NACIÓN 14).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump advirtió este día en su primer acto público después del asalto al Capitolio, que un segundo juicio político en su contra sería peligroso para el país.
“Este juicio político está causando una gran ira, es realmente algo terrible lo que están haciendo. Que Nancy Pelosi y Chuck Schumer continúen por este camino, solo produce más ira y peligro para nuestro país. No quiero violencia”, dijo el presidente saliente sobre el juicio que los demócratas pretenden votar este miércoles al considerar que Trump puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones tras alentar a sus seguidores a irrumpir en la sede del Congreso la semana pasada.
Frente al muro fronterizo entre Estados Unidos y México, el presidente descartó que el vicepresidente Mike Pence, se apegue a la Enmienda 25 de la Constitución, que permite destituir a un presidente por considerar que está imposibilitado para desempeñar los poderes y obligaciones de su cargo.
Cabe recordar que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi presionó a Pence y al gabinete de Trump para que destituyan a Trump de sus funciones bajo esa enmienda constitucional o de lo contrario advirtió que, presentaría ante el Pleno el que sería el segundo proceso de juicio político contra el actual presidente de Estados Unidos.
Al respecto, Trump aseguró que se trata de “la mayor cacería de brujas en la historia política”, refiriéndose a que ya sea de una forma u otra, los demócratas que son mayoría en la Cámara de Representantes buscarán destituirlo.
Afuera de la Casa Blanca antes de abordar el Air Force One para su visita al muro fronterizo, Trump volvió a defender que sus llamados a la movilización contra el Capitolio fueron “totalmente apropiados”.
“Si lee mi discurso, y mucha gente lo ha hecho, y lo he visto tanto en los periódicos como en los medios de comunicación, en la televisión, se ha analizado y la gente pensó que lo que dije era totalmente apropiado”.
Este tipo de declaraciones a favor de los hechos ocurridos el pasado 6 de enero en el Capitolio fueron los que impulsaron a diferentes organizaciones promigrantes a cancelar su participación en el Valle del Río Grande, en el sur de Texas, donde estuvo el presidente para celebrar la construcción de 650 metros del muro, ante el temor de que partidarios del presidente los agredieran.
Si se llegara a aprobar el juicio político contra Donald Trump, el republicano perdería además de su cargo como presidente, los beneficios otorgados a sus predecesores según la ley de Expresidentes (1958) que incluyen una pensión, seguro médico, presupuesto para viajes y una serie de medidas de seguridad, así como la prohibición para ostentar cualquier cargo público en el futuro.