Ciudad de México, México – La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró con entusiasmo los recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los cuales revelaron un crecimiento del 0.2 por ciento trimestral y un 0.8 por ciento interanual en la economía mexicana durante el primer trimestre de este año. Este resultado representa un desafío directo a las expectativas de diversos organismos internacionales y financieros que habían anticipado una recesión para el país.
“Decían las agencias, todos, que iba a haber caída o que íbamos a entrar en una recesión. Hay crecimiento, 0.8 por ciento”, declaró la mandataria durante su habitual conferencia matutina, visiblemente satisfecha con las cifras del Producto Interno Bruto (PIB).
La noticia del crecimiento económico mexicano tomó por sorpresa a los mercados, especialmente en un contexto de incertidumbre comercial con Estados Unidos, donde se reportó una contracción del PIB del 0.3 por ciento a ritmo anualizado, marcando su primer dato trimestral negativo desde 2022.
Sheinbaum aprovechó la ocasión para defender su estrategia económica frente a los aranceles impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump, una medida que había encendido las alarmas sobre una posible contracción en México. La semana pasada, la institución financiera Citi incluso estimó que el país había entrado en una recesión técnica, anticipando un decrecimiento en el primer trimestre.
“Por eso decía que, cuando las agencias internacionales decían que iba a haber recesión, no conocían los esfuerzos que estábamos haciendo porque hay quienes pudieron haberse cruzado de brazos o haber rescatado a los de arriba como en el pasado y nosotros lo que hemos hecho de nuevo es impulsar la economía desde abajo”, aseveró la presidenta.
La mandataria también criticó los pronósticos de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que previó una contracción del 0.3 por ciento para la economía mexicana este año, así como las proyecciones del Banco Mundial (recesión del 0%) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que recortó su perspectiva al 0.3 por ciento.
A pesar de los desafíos externos, Sheinbaum insistió en que México “va bien”, aunque reconoció que “por supuesto que ha tenido sus implicaciones esta nueva situación” de los aranceles de Trump. No obstante, aseguró que “se está trabajando todos los días” para mitigar sus efectos.
Como ejemplos de la fortaleza económica actual, la presidenta destacó la caída de la tasa de desempleo a un mínimo histórico del 2.2 por ciento en marzo y una inflación general que se sitúa en el 3.96 por ciento.
“Claro que queremos más (crecimiento), pero frente a la circunstancia de aranceles, la situación de incertidumbre, en la que todos estos meses se ha movido la economía mundial, por el nuevo marco que ha decidido el presidente Trump o que ha impuesto el presidente Trump es una buena noticia”, argumentó.
Es importante recordar que la economía mexicana mantiene una alta dependencia de su relación comercial con Estados Unidos, destino del 84 por ciento de sus exportaciones, las cuales representan aproximadamente el 26 por ciento del PIB, según datos del Banco Base. El dato de crecimiento del primer trimestre, por lo tanto, se presenta como un respiro ante las tensiones comerciales y las predicciones negativas.
