México, 20 de junio de 2020 (NACIÓN 14).- Los gobernadores de Michoacán, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Coahuila, Colima y Guanajuato le solicitaron nuevamente al presidente Andrés Manuel López Obrador una reunión para dialogar sobre la crisis económica y de salud que enfrenta el país, luego de que el diálogo que pidieron el pasado 5 de junio a través de una carta, fue ignorado por el mandatario.
Reunidos en Nuevo León, con medidas sanitarias y utilizando cubrebocas por seguridad de todos los presentes, los mandatarios estatales mostraron su preocupación sobre el incremento en los contagios y el número de muertes que ya asciende en el país a más de 20 mil.
Asimismo, destacaron que tan solo en un mes, el impacto de la pandemia ha provocado la pérdida de un millón 30 mil empleos formales en el país, de acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Este escenario hace impostergable el diálogo y la reflexión entre niveles de gobierno, poderes del estado y sociedad civil para encarar esta doble crisis”, señalaron los gobernadores durante la 13va Reunión Interestatal.
En ese sentido, los gobernadores Silvano Aureoles, Enrique Algaro, Jaime Rodríguez, Francisco Cabeza de Vaca, Miguel Ángel Riquelme, José Ignacio Peralta, Diego Sinhue Rodríguez y José Rosas Aispuro plantearon 12 temas que consideran necesarios de la discusión pública, entre los que destacan la demanda de más recursos para los sistemas estatales, apoyos para las mipymes y posponer las obras de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Santa Lucía.
A continuación se enlistan las bases que los mandatarios consideran prioritarias para atender la crisis sanitaria y para lograr la reactivación económica del país y que le harán llegar al mandatario.
PRIMERO. Encarar la doble crisis bajo principios federalistas, es decir, a partir de la coordinación plena y un diálogo útil entre la federación, estados y municipios.
SEGUNDO. Reorientar los recursos necesarios hacia estados y municipios para atender de manera oportuna la emergencia sanitaria.
TERCERO. Incrementar el presupuesto destinado a los sistemas estatales de salud, con el objetivo de fortalecerlos en los rubros de personal, infraestructura, insumos y medicamentos. Para ello, hay mecanismos como el préstamo otorgado al Gobierno federal por el Banco Mundial.
CUARTO. Es urgente revisar y adecuar el pacto fiscal para revertir las desigualdades regionales y desequilibrios, entre el centro y las partes, en la distribución de los recursos de la hacienda pública.
QUINTO. Es igual de urgente la construcción, desde la federación, de un plan de largo alcance, que contemple las medidas contracíclicas necesarias para enfrentar la crisis económica.
SEXTO. Impulsar un programa amplio para el rescate de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de todo el país.
SÉPTIMO. Es momento de analizar el ingreso básico universal, como una medida que garantice mínimos de bienestar a los más de 50 millones de mexicanos y mexicanas en pobreza y los más de 10 millones que caerán en ella, de acuerdo con proyecciones de la CEPAL.
OCTAVO. Revisar y analizar, en el marco de una Convención Nacional Hacendaria, el modelo de tributación en México y encaminar esfuerzos hacia una progresiva reforma fiscal.
NOVENO. Analizar y considerar el seguro de desempleo como un alivio rápido y efectivo ante la pérdida de empleos formales y la pérdida de ingresos en los sectores informales.
DÉCIMO. Utilizar todos los mecanismos, con los que cuenta el Estado mexicano, como deuda o apertura a organismos internacionales, para dotar de recursos al país e iniciar un urgente proceso de reactivación económica y social.
UNDÉCIMO. La reactivación económica y social debe tener un enfoque de sustentabilidad, que garantice la conservación y el so sustentable de los recursos naturales.
DUODÉCIMO. Posponer proyectos que difícilmente aliviarán la crisis en el corto plazo o programas que han derivado en un rotundo fracaso y reorientar los recursos públicos de manera más homogénea y justa hacia la reactivación en estados y municipios.
“Por ejemplo, hablamos de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el aeropuerto Santa Lucía o el programa Sembrando Vida, que anualmente consume 30 mil millones de pesos”, concluyeron.