La Fiscalía General de la República (FGR) concluyó, luego de cinco años de investigaciones, que los sobornos de la constructora Odebrecht fueron exclusivamente para Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) y su familia.
De acuerdo con una investigación realizada por Animal Político, la acusación final de la FGR advierte que gracias a los sobornos, Odebrecht se vio favorecida con la adjudicación del contrato para la realización de obras en la refinería de Tula.
Por estas acciones, la FGR solicita contra Lozoya una pena que supera los 46 años de prisión por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho. Además, una multa de 87 millones de pesos, un monto por reparación de daño de seis millones de dólares, y perder cualquier derecho sobre un departamento que el exdirector de Pemex habría comprado en Ixtapa.
Los fiscales además consideran que la madre de Lozoya, Gilda Susana Austin, debe ser condenada a pasar 23 años de prisión y pagar 262 mil pesos de multa.
De acuerdo con la investigación, en la acusación, la FGR propone al juez la presentación de 19 testigos de cara al juicio, entre ellas los de seis exdirectivos de la constructora Odebrecht, quienes confirmarán que fue el exdirector de Pemex el que solicitó y recibió el dinero de la constructora en múltiples pagos realizados ente 2012 y 2014.
Para probar los cargos en contra de Lozoya y de su madre en el juicio, los fiscales ofrecieron 59 pruebas documentales, periciales y testimoniales.
Los fiscales consideran que Lozoya debe hacerse acreedor a una multa acorde a las percepciones que recibió como Director General de Pemex. Como se calcula que sus ingresos diarios eran de 10 mil 975 pesos, y que los delitos que se le imputan acarrean 7 mil 950 días de multa, la sanción económica alcanza los 87 millones 252 mil 442 pesos. Esto sumado a otro pago por un monto de 6.3 millones de dólares que debe llevar a cabo por concepto de reparación del daño.
La Fiscalía también solicita que, como parte de la condena, le sea decomisado a Lozoya en forma definitiva el condominio en Ixtapa-Zihuatanejo que fue adquirido con recursos provenientes de las compañías implicadas en la red de sobornos.