“¿Qué hace el gobernador de SLP reuniéndose con los dirigentes del PRI nacional, ‘Alito’ Moreno y local, Sara Rocha?”; “¿Qué no se supone que es aliado de Morena y PT?”; ¿Regresa al terruño?”; “¿Oficialmente rompe alianza con la izquierda?”; “¿Qué dirá Sheinbaum?”; “AMLO siempre lo supo y nosotros nunca lo comprendimos”, fueron algunas de las miles de críticas que recibió en redes sociales la reunión del gobernador potosino, Ricardo “El Pollo” Gallardo, que más bien salió “Patito” y bien chafa.
Si es verdad que el cargo que malamente tiene como gobernador de la gran entidad potosina, lo obliga a tener que reunirse para trabajar con los alcaldes priistas y de todos los demás partidos políticos, ello no justifica que también tenga que sentarse con las dirigencias de estos y a puerta cerrada para pactar quién sabe qué, a cambio de quién sabe qué, como suelen hacer en el PRI.
La reunión a puerta cerrada, en locación desconocida, a hora no anunciada y sin convocatoria de medios de comunicación del gobernador Ricardo Gallardo con dirigentes del PRI y alcaldes que más bien fueron usados como pretexto, ha provocado una enorme ola de críticas sobre su honorabilidad y posturas políticas que el “mafiosillo” mandatario local en decadencia podría mantener a casi dos años de que se abra la convocatoria para la sucesión en el Gobierno del Estado en 2017.
Para nadie es un secreto que Gallardo Cardona tiene todas las intensiones de que su esposa, la malamente recién jurada senadora de la República, Ruth González, o en el peor de los escenarios, su padre y maestro del nepotismo, Ricardo Gallardo Juárez, sean sus sucesores cuando llegue el momento de que se vaya; de igual forma, tampoco es un secreto en la entidad que su relación con las dirigencias de Morena y el Partido del Trabajo (PT) están totalmente rotas, aunque aún no lo hagan público de forma oficial, hecho que lo tiene muy ocupado forjando alianzas con gente de su estirpe desde hace varias semanas.
Con el ánimo popular en contra, el pueblo harto de que destine los recursos del estado en circo, maroma y teatro, “El Pollo” Gallardo, que salió “Patito”, está muy estresado porque sabe que si hoy fuera la elección para elegir a su sucesor, el pueblo potosino votaría por cualquiera que no tenga nada que ver con él o su nepotista y corrupta familia, y peor aún si en la boleta aparecen perfiles como el joven empresario huasteco Gerardo Sánchez Zumaya, el alcalde de la capital, Enrique Galindo Ceballos, o la dirigente morenista y hermana de la titular de Segob, Rita Ozalia Rodríguez.
A los potosinos Gallardo ya no los engaña, y es más que evidente que ya siente pasos en la azotea y lo que busca son aliados con sus mismos bajos principios éticos y morales, porque ya sean los perfiles antes mencionados u otros, lo van a sacar a patadas del gobierno del estado a él, a su esposa, a su nepotista padre y a toda su corrupta familia.
Gallardo ya inició el juego de la sucesión… ¿qué esperarán los liderazgos opositores para hacer lo mismo? (pregunta del autor).
Por Carlos Domínguez