Ciudad de México, 27 de julio de 2020 (NACIÓN 14).- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que en lugar de nombrar al avión presidencial como “José María Morelos y Pavón”, éste debió llamarse como el expresidente “Carlos Salinas de Gortari” porque “tendría más apego a la realidad”.
El presidente encabezó este lunes la reunión del Gabinete de Seguridad y la conferencia matutina en el hangar de la Fuerza Aérea Mexicana, donde mostró a los presentes el lujoso Boeing 787 que trasladó al expresidente Enrique Peña Nieto a 122 viajes nacionales y 36 giras internacionales.
Luego de dar a conocer los gastos que esos viajes implicaron al Estado, reflexionó que el nombre que se le puso de “José María Morelos y Pavón” no coincide con la opulencia que la aeronave representa.
¿Qué decía Morelos en sus Sentimientos de la nación?, preguntó el presidente en su conferencia.
“Que se modere la indigencia y la opulencia, que se eleve el salario del peón, que se eduque al hijo del campesino, igual que al hijo del más rico hacendado, que haya tribunales que defiendan al débil de los abusos que comete el fuerte. Morelos, que encarnaba la lucha por la igualdad”, respondió.
En ese sentido, dijo que mejor le hubieran puesto al avión “Agustín de Iturbide”, “Antonio López de Santa Anna”, “Porfirio Díaz” o “Carlos Salinas de Gortari” porque tendría más apego a la realidad.
Salinas de Gortari quien fue presidente de la República entre 1988 y 1994 aceleró la campaña de privatizaciones comenzada en 1982, por el presidente Miguel de la Madrid, viéndose afectadas las grandes empresas del Estado.
En el periodo de Salinas se privatizaron y desincorporaron del Estado 390 empresas, el 63 por ciento de las que existían entonces, enriqueciendo a alrededor de 23 multimillonarios.
Así, fueron entregados al capital privado la telefonía (Telmex), las comunicaciones viales y las aerolíneas, el sector químico, el siderúrgico (Altos Hornos de México), los seguros, las cadenas hoteleras, los medios de radiodifusión (Imevisión, que dio lugar a la TV Azteca) y, finalmente, la banca, que hoy la gran mayoría pertenece a dueños mayoritariamente extranjeros, y su administración también está en manos extranjeras.
“Cuando llega [Carlos] Salinas aparecía en la revista Forbes, especializada en finanzas, sólo un multimillonario en la lista de los hombres más ricos del mundo, una familia, la familia Garza Sada. Con una tradición empresarial, pero era eso en el 88″, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del 21 de febrero pasado.
“Según Forbes al término del sexenio de Salinas ya aparecían más de 24 en la lista de los hombres más ricos del mundo. Esa familia [los Garza Sada] en el 88 tenía una riqueza de alrededor de dos mil millones, [luego] los demás ya acumulaban 48 mil millones [41 mil 900 millones]. De ese tamaño fue la transferencia de recursos por la política de entrega de bienes nacionales a particulares”, comparó López Obrador.
Finalmente, con el lujoso avión presidencial detrás de él, López Obrador dijo que ahora, “es gobierno del pueblo para el pueblo y con el pueblo. Y sé muy bien que esto no les gusta a mis adversarios, les ofrezco disculpa por las molestias que les puedan causar mis palabras, pero ya es el momento de decir basta y acabar con la corrupción y de seguir impulsando la transformación de México. Un cambio verdadero, donde todos podamos vivir con justicia de manera fraterna, que haya igualdad, que seamos verdaderamente solidarios, sin odios, sin rencores, un México amoroso, un México con felicidad”.