Ciudad de México, 3 Sep (Nación14).- México y Estados Unidos revisarán el 10 de septiembre el avance de los acuerdos migratorios suscritos en junio por ambos países y que evitaron una guerra comercial pero endurecieron como nunca antes la política migratoria mexicana.
El 5 de septiembre se cumplen 90 días del convenio alcanzado por Estados Unidos y México para superar la amenaza del presidente estadunidense Donald Trump, de imponer aranceles graduales a México a partir del 10 de junio a todas sus importaciones.
Trump, en medio de un asedio constante a México y contra los mexicanos en Estados Unidos en el marco de su pre campaña por la reelección, hizo la advertencia en medio de un supuesto incremento en el ingreso irregular de centroamericanos a territorio estadunidense desde su frontera sur.
“Estamos cumpliendo con el compromiso que hicimos de ordenar la migración en nuestro país”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al anunciar para el 10 de septiembre la reunión de análisis de esta problemática.
En su mensaje por el tercer año de gobierno, López Obrador admitió que por los convenios con Estados Unidos, México endureció su política migratoria hacia los migrantes, en especial los procedentes del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).
Bajo el argumento de que apoya el desarrollo de los países centroamericanos (con el envío de 100 millones de dólares para programas sociales), México aceptó hacer lo que pedía Estados Unidos: contener la migración desde su frontera sur.
“Los grandes proyectos productivos regionales que impulsa el gobierno operarán como cortinas de desarrollo de sur a norte del territorio y generarán la prosperidad económica que se necesita para lograr que la migración sea voluntaria y no por necesidad”, dijo López Obrador en extenso informe enviado al Congreso.
México aprovechó la creación de la militarizada Guardia Nacional para reforzar su vigilancia en las ciudades cercanas a la frontera con Guatemala para estrechar, con cerca de 10 mil 500 elementos, el cerco contra los migrantes.
El gobierno integró un Centro Coordinador de Operaciones en Tapachula (Chiapas) para la frontera con Guatemala y Belice, donde se concentra el mayor flujo de migrantes.
Además de los elementos en tierra, el gobierno incrementó su vigilancia migratoria por mar con 19 embarcaciones.
Sintomático es que una de las coordinaciones de vigilancia sea denominada Franja de contención del Istmo.
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