El gobierno de Estados Unidos desplegó el portaaviones USS Gerald R. Ford el más grande y avanzado del mundo hacia América Latina, como parte de su estrategia para combatir el tráfico de drogas y las organizaciones criminales transnacionales en la región.
De acuerdo con funcionarios del gobierno de Donald Trump, consultados por la agencia Reuters, la orden fue emitida en octubre pasado, sumándose a una flota conformada por ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35 ya posicionados en el Caribe.
El Pentágono confirmó el despliegue y señaló que la misión busca “interrumpir el tráfico de narcóticos y debilitar las redes criminales transnacionales”, en coordinación con el Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM), que tiene jurisdicción sobre América Central, Sudamérica y el Caribe.
La Secretaría de Guerra de EE.UU. informó en un comunicado que el portaaviones ingresó al área de responsabilidad del Comando Sur el martes 11 de noviembre de 2025, por instrucciones del secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien ordenó al Grupo de Ataque del portaaviones apoyar la directiva presidencial para combatir el narcoterrorismo y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales.
El USS Gerald R. Ford, considerado el portaaviones más grande del planeta, cuenta con más de cuatro mil elementos militares a bordo y decenas de cazas de combate, incluyendo unidades F/A-18 y F-35. Su despliegue representa un movimiento de gran envergadura en la estrategia de seguridad regional estadounidense.
La operación ha generado rechazo en los gobiernos de Venezuela y Colombia, los cuales acusan a Washington de realizar una provocación militar bajo el pretexto del combate al narcotráfico. Estados Unidos, por su parte, sostiene que ambos países mantienen vínculos con redes de tráfico de drogas que operan en el hemisferio.
Con esta acción, Washington busca reafirmar su influencia en la región y fortalecer su presencia naval en el Caribe, en un contexto de creciente tensión política y militar en el continente americano.


