*La calificadora asegura que la confianza empresarial se mantiene baja
Ciudad de México, 26 de marzo de 2020 (NACIÓN 14).- Después del cierre de los mercados, Standard & Poor’s bajó la calificación de la deuda soberana de México en moneda extranjera de ‘BBB+’ a ‘BBB’, lo que significa un “downgrade” dejando la perspectiva negativa a otro posible recorte en los próximos meses en caso de no reestructurar las políticas para mejorar las finanzas públicas.
Asimismo, la calificadora redujo la deuda local de A- a BBB+.
En su informe, la calificadora detalla que la combinación de los efectos por el coronavirus Covid-19 en México y Estados Unidos, su principal socio comercial, así como el impacto por la caída en los precios globales del petróleo tendrá un impacto económico importante.
Desde la perspectiva de la agencia crediticia, estos choques tendrán un impacto en la dinámica de crecimiento para el periodo 2020 a 2023.
“La perspectiva es negativa, lo que indica los riesgos de otra baja de calificación durante los siguientes 12 a 24 meses, como resultado de una ejecución de políticas irregular o no efectiva; el potencial debilitamiento de las finanzas públicas, debido al difícil balance entre sostener el crecimiento del PIB dada la baja base tributaria no petrolera del país y la rigidez en el gasto, y la creciente presión sobre Pemex, un potencial pasivo contingente para el soberano”.
La calificadora enfatiza que el gobierno experimentará presión en las finanzas públicas aunque supone que se tomarán medidas para contener la ampliación del déficit fiscal a través del incremento en la carga de la deuda soberana como resultado de la desaceleración económica –provocada por los recientes shocks externos.
“La prolongada debilidad de su desempeño fiscal y el consecuente aumento en la deuda, o el riesgo de una implementación débil de políticas, podría llevarnos a bajar nuevamente la calificación”, advierte.
El reporte de la agencia explica que el perfil financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex), empresa propiedad del gobierno, se ha debilitado significativamente durante los últimos cinco años y se ha vuelto más vulnerable en medio de la baja en los precios del petróleo.
“El cambio en la política de energía bajo el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador incrementa la dependencia de Pemex para la producción petrolera e inversión en México. Si el perfil fiscal del gobierno general se mantiene débil durante un periodo prolongado; a pesar de cierta estabilización en la producción, el bajo desempeño operativo y financiero de Pemex y las limitaciones de su capacidad técnica podrían generar un pasivo contingente más significativo para la calidad crediticia de la calificación soberana”, señala.
La calificadora expone que una conducción de una política económica efectiva que aliente la confianza de los inversionistas, y continúe manteniendo déficits fiscales moderados, podría revertir la debilidad estructural del panorama de crecimiento del PIB, lo que ayudaría a estabilizar las finanzas públicas y a sostener la flexibilidad fiscal.