Ciudad de México, 15 Sep (Nación14).- Fueron 20 vivas para romper protocolos. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, duplicó los tradicionales ¡Vivas! en su primer Grito como gobernante constitucional para conmemorar los 209 años del inicio de la lucha por la independencia del país.
¡Mexicanas!, ¡mexicanos!: ¡Viva la Independencia!
¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!
¡Viva José María Morelos y Pavón!
¡Viva Josefa Ortíz de Domínguez!
¡Viva Ignacio Allende!
¡Viva Leona Vicario!
¡Vivan las madres y padres de nuestra patria!
¡Vivan los héroes anónimos!
¡Viva el heróico pueblo de México!
¡Vivan las comunidades indígenas!
¡Viva la libertad!
¡Viva la justicia!
¡Viva la democracia!
¡Viva nuestra soberanía!
¡Viva la fraternidad universal!
¡Viva la paz!
¡Viva la grandeza cultural de México!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Apenas recibió la bandera de México de manos de una escolta militar, Obrador, serio, se dirigió al balcón central de Palacio Nacional para gritar las arengas, tocar la campana de Dolores y ondear la bandera nacional, mientras detrás estaba su esposa Beatriz Gutiérrez.
Tras los 20 vivas, el mandatario permaneció en el balcón junto a su esposa para escuchar una banda de música de Oaxaca y a admirar los fuegos artificiales.
En el balcón principal solo el presidente y su esposa. Así rompió protocolos y tradiciones añejas. No familiares, ni amigos.
El mandatario también disfrutó los gritos de “Sí se pudo” y “No estás solo” y “Es un honor estar con Obrador” expresados por sus seguidores que aún festejan su triunfo electoral de julio de 2018.
La multitudinaria celebración empezó desde temprano con el festival “Culturas Vivas de México”, en un ambiente de jolgorio con toda la parafernalia de la fecha: banderas de todos tamaños, tricolores pintados en la cara, bigotes postizos, matracas, confeti, sombreros y gente, mucha gente vestida con los atuendos típicos, regionales.
La novedad comercial fueron los “legos” con la figura del presidente y simpatizantes del mandatario con máscaras representativas de la cara de López Obrador.
Cada uno de los 32 estados del país, Ciudad de México incluida, actúo con lo más representativo en la música y la danza en una tarde noche que empezó cálida pero conforme se acercaba la ceremonia principal se fue enfriando, pero solo en el clima, porque la alegría, la música y la fecha “eso si calienta” como diría el presidente.
La plancha lució atestada de mexicanos (algunos medios hablaban de 130 mil personas), como los años previos aunque en esta ocasión –sin acarreos, según fuentes oficiosas- y con menos restricciones –sin arcos de metal ni filtros de revisión- aunque varias calles aledañas fueron cerradas a la circulación vehicular.
Mientras la fiesta popular en el Zócalo transcurrió con fuegos artificiales y la participación en un concierto de la cantante Eugenia León y la Original Banda El Limón, en el interior de Palacio también hubo convivio pero sin el glamour y derroche de anteriores administraciones, según anunció de manera previa el presidente mexicano, en el marco de su política de rígida “austeridad republicana”.
Aguas frescas y antojitos mexicanos, pero no alcohol, ofreció Lopez Obrador a sus centenares de invitados entre ellos el cuerpo diplomático acreditado en el país, en la inédita fiesta tipo kermés organizada en la sede del ejecutivo mexicano. El champagne, vinos caros y el caviar quedaron en un pasado que el presidente suele recordar para atacar a sus rivales políticos.
Para el presidente fue el primer grito oficial, ya con la banda presidencial cruzada pero en el pasado, López Obrador, quien se dice ganador de los comicios del 2006, como “presidente legítimo” arengó al pueblo en la fiesta de El Grito.
Y si la fiesta de El Grito fue inédita, la celebración del desfile este lunes también promete ser diferente.
N14/IAG