Ciudad de México, 25 de junio de 2020 (NACIÓN 14).- El Inegi informó que durante abril, mes de confinamiento por la emergencia sanitaria, las ventas de empresas comerciales se desplomaron, cayendo 18.2 por ciento al mayoreo y 22.4 por ciento al menudeo, respecto al mes previo.
De acuerdo con datos de la Encuesta Mensual de Servicios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, las ventas minoristas sufrieron en abril un desplome histórico de 22.4 por ciento, la contracción es la mayor en la historia de la serie y las situó en su nivel mínimo histórico, en tanto que la contracción de 18.2 por ciento en las ventas al mayoreo es la mayor en la historia de la serie y las ubicó en un nivel no visto desde mayo 2009.
A tasa anual, las ventas minoristas cayeron 23.8 por ciento y las ventas mayoristas 20.5 por ciento, los mayores descensos de los que haya registros.
Además, los ingresos por la prestación de servicios privados no financieros se colapsaron en un 22.1 por ciento durante abril 2020, uno de los meses más resentidos por el confinamiento por la emergencia sanitaria.
La contracción de 22.1 por ciento en los ingresos por la prestación de servicios privados no financieros en abril, es la mayor en la historia de la serie y los situó en su nivel mínimo histórico.
La contracción de 5.1 por ciento en el personal ocupado en el sector de servicios privados no financieros en abril, mes de confinamiento, es la mayor en la historia de la serie y las situó en su nivel mínimo histórico.
Por su parte, el personal ocupado en empresas comerciales mayoristas se contrajo 1.8 por ciento respecto al mes previo, la mayor disminución en el registro y similar al nivel de septiembre 2018.
Mientras que la contracción de 9.0 por ciento en el personal ocupado por empresas comerciales minoristas en abril, es la mayor en la historia de la serie y las situó en su nivel mínimo histórico.
Al interior del sector de los servicios privados no financieros, los más afectados en sus ingresos totales durante abril 2020 fueron los de esparcimiento, culturales y deportivos, con pérdida de hasta 74 por ciento, alojamiento y preparación de alimentos, con una caída de 45.7 y de salud y asistencia social, que se desplomó 33.3 por ciento.