En un comunicado, la dependencia detalló que el hallazgo ocurrió en el municipio de Ezequiel Montes, donde personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) identificó a un bovino con una lesión sospechosa. Tras una revisión veterinaria, se confirmó la presencia de larvas del parásito.
El caso fue contenido de inmediato. Senasica curó la herida del animal afectado, tomó muestras para diagnóstico y aplicó tratamiento preventivo con ivermectina a los 66 bovinos restantes del embarque. Además, se activó el Protocolo de Atención a Incursiones para evitar la diseminación de la plaga.
Cuatro brigadas integradas por veinte médicos veterinarios fueron desplegadas en la región para reforzar la vigilancia epidemiológica. Las autoridades establecieron un área de atención y prevención con un radio de 40 kilómetros alrededor del punto detectado, donde se realizan inspecciones, curación de heridas y rastreo de posibles focos.
La Sader subrayó que el caso fue “interceptado oportunamente” y reiteró que la ganadería mexicana se mantiene bajo control sanitario. También llamó a mantener la coordinación entre el gobierno federal, los estados y los productores para evitar la propagación del gusano barrenador.
Este incidente se suma a otros dos reportados recientemente el 6 de octubre y el 20 de septiembre en Nuevo León también en animales procedentes del sureste del país.
El brote del gusano barrenador ha provocado la suspensión parcial de exportaciones de ganado bovino a Estados Unidos desde mayo pasado. De acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), las pérdidas económicas superan los 1,300 millones de dólares y se han dejado de enviar más de 650 mil cabezas de ganado.
México, uno de los principales proveedores de bovinos en pie para el mercado estadounidense, busca revertir la situación con un protocolo reforzado de control sanitario y una vigilancia más estricta en las zonas ganaderas del sur del país.