De acuerdo con activistas, la osezna habría llegado al recinto hace dos años con problemas de salud, sin que hasta ahora se le haya brindado la atención veterinaria adecuada. Ante esta situación, colectivos y usuarios en línea exigieron la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para revisar el estado del ejemplar y deslindar responsabilidades.
Las organizaciones también pidieron transparentar los protocolos de atención en el zoológico y garantizar el bienestar de todos los animales bajo su resguardo, al señalar que las condiciones de la osa evidencian una falta de cuidados básicos.
En México, el oso negro (Ursus americanus) es la especie nativa y se distribuye principalmente en zonas montañosas de Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Durango. Su presencia es considerada clave para el equilibrio ecológico de la región.
Especialistas advierten que la permanencia de osos en cautiverio requiere de espacios amplios, alimentación especializada y atención médica constante, condiciones que no parecen cumplirse en este caso y que podrían estar provocando el deterioro físico y emocional del ejemplar en La Pastora.