El cometa 3I/ATLAS, un objeto proveniente del espacio interestelar, ha captado la atención de la comunidad científica al acercarse a su punto más próximo al Sol, previsto para el 30 de octubre de 2025.
Este cuerpo celeste es el tercer objeto interestelar identificado hasta ahora, después de ‘Oumuamua (2017) y 21/Borisov (2019). Su nombre proviene de su clasificación: el número 3 por ser el tercero descubierto, la letra I por su origen interestelar, y ATLAS por la red de telescopios que lo detectó.
De acuerdo con la NASA, el 3I/ATLAS posee un núcleo helado y una coma brillante —una nube de gas y polvo típica de los cometas—, lo que confirma su naturaleza. Se cree que se formó en otro sistema estelar y que fue expulsado al espacio interestelar, viajando durante millones de años hasta ingresar al sistema solar.
El cometa viaja a una velocidad de 61 km/s en una trayectoria hiperbólica, lo que significa que no orbitará al Sol y pronto abandonará el sistema solar para no volver jamás.
Aunque su velocidad y tamaño generaron especulaciones sobre un posible impacto, la NASA aclaró que el cometa no representa peligro alguno: su acercamiento máximo a la Tierra será de unos 240 millones de kilómetros, muy por encima de cualquier riesgo.
Tras su paso cerca del Sol, el 3I/ATLAS volverá a observarse a principios de diciembre, cuando reaparezca del otro lado del astro, continuando su viaje eterno hacia el espacio profundo.



