La Cámara de Diputados aprobó este martes, en lo general, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026, con un monto total de 10.19 billones de pesos, el más elevado en la historia del país. El dictamen fue avalado con 358 votos a favor, 133 en contra y cero abstenciones, en medio de un intenso debate entre las bancadas de oposición y el bloque oficialista.
El documento, derivado del Paquete Económico enviado por la presidenta Claudia Sheinbaum, plantea un gasto 5.9 % mayor en términos reales respecto a 2025, equivalente a un incremento de 891 mil 667 millones de pesos. Según el dictamen, el 69.6 % del presupuesto corresponde a gasto programable —destinado a bienes, servicios y obras públicas—, mientras que el 30.4 % restante se dirige a gasto no programable, como deuda pública y participaciones a estados y municipios.
Del total, 7.94 billones de pesos se asignarán al gasto programable, lo que representa un aumento del 5 % frente al ejercicio anterior. Por su parte, el gasto no programable alcanzará 3.09 billones de pesos, de los cuales el 50.7 % se destinará al costo financiero de la deuda, el 47 % a participaciones federales y el 2.3 % al pago de adeudos de ejercicios fiscales anteriores (Adefas).
Durante la sesión, los posicionamientos reflejaron posturas encontradas. El diputado Germán Martínez (PAN) calificó el paquete como un “presupuesto centralista”, al señalar que concentra los recursos “en Palacio Nacional” y destina una proporción considerable al Ejército. En tanto, Claudia Ruiz Massieu (Movimiento Ciudadano) advirtió que “se endeudará más al país y se reducen fondos a sectores clave como salud, seguridad, justicia, cultura, educación y campo”.
Por su parte, el priista Mario Zamora Gastélum subrayó que, aunque se trata del presupuesto más grande de la historia, “se está solicitando demasiada deuda y la pregunta es para quién y para qué”. En contraste, el diputado Sergio Gutiérrez Luna, de Morena, defendió el dictamen y afirmó que “es un presupuesto de corte social, que garantiza la continuidad de los programas sociales por octavo año consecutivo”.
Con la aprobación en lo general, las y los legisladores continuarán el debate en lo particular de las reservas presentadas por las distintas bancadas, antes de remitir el documento final al Ejecutivo federal para su publicación y entrada en vigor el 1 de enero de 2026.



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