El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró al inicio de su encuentro con el mandatario chino, Xi Jinping, que mantendrán “una reunión muy exitosa”, aunque bromeó al describirlo como “un negociador muy duro”. Ambos líderes se saludaron frente a las cámaras en la Base Aérea de Gimhae, en Busan, Corea del Sur, en el marco de una cumbre que busca aliviar las tensiones entre las dos principales potencias mundiales.
Durante el encuentro, Trump expresó que era “un honor reunirse con un amigo de tanto tiempo” y destacó que ambos gobiernos ya coinciden en diversos temas. “El presidente Xi es un gran líder de un gran país y creo que tendremos una excelente relación”, comentó el mandatario estadounidense antes de pasar a las conversaciones formales junto a sus respectivas delegaciones.
Esta cita marca la primera reunión entre ambos desde el G20 de Osaka en 2019, y representa el intento más reciente por reconstruir el diálogo entre Washington y Pekín tras el regreso de Trump al poder. Se espera que en la agenda se incluyan temas como los aranceles bilaterales, el futuro de la aplicación TikTok en Estados Unidos y la situación política de Taiwán.
Actualmente, Estados Unidos mantiene aranceles del 30 % a los productos chinos, mientras que Pekín aplica un 10 % a los bienes estadounidenses. Estas cifras se redujeron desde los niveles máximos de 145 % y 125 %, respectivamente, alcanzados durante los primeros meses de la guerra comercial iniciada por la administración de Trump.
La reunión en Busan podría definir el rumbo de las relaciones económicas entre ambos países, así como el equilibrio geopolítico en Asia, en medio de un contexto internacional marcado por la competencia tecnológica y la presión sobre los mercados globales.



