El caso expone la larga lista de adeudos, privilegios y señalamientos de opacidad que pesan sobre el dueño de TV Azteca, Elektra y Banco Azteca.
El imperio financiero y mediático de Ricardo Salinas Pliego volvió a tambalearse tras la decisión de una jueza federal en EE.UU., quien ordenó detenerlo por no cumplir con el pago de una deuda millonaria con AT&T. Según Bloomberg, la Corte lo declaró en desacato junto con un alto ejecutivo de su corporativo, obligándolos a cubrir 20 millones de dólares en dos semanas o enfrentar la cárcel.
Para evitar la detención inmediata, el empresario se vio obligado a presentar una fianza de 25 millones de dólares, aunque el golpe a su credibilidad es evidente. El caso no se trata de un hecho aislado, sino de un nuevo eslabón en la cadena de adeudos y litigios que rodean al empresario, cuestionando la solidez de su modelo de negocios.
Mientras en redes sociales insiste en proyectar la imagen de “empresario ejemplar” y defensor de la “libertad empresarial”, los tribunales en México y Estados Unidos acumulan expedientes en su contra. Desde evasión fiscal multimillonaria hasta su participación en operaciones cuestionables como Fertinal, la figura de Salinas está cada vez más asociada a impunidad y abuso.
El caso con AT&T también revela la manera en que magnates como él han gozado de privilegios durante décadas. Trabajadores de Elektra y Banco Azteca denunciaron haber sido obligados a laborar en pandemia bajo amenaza de despido, mientras millones de clientes quedaron atrapados en deudas impagables con intereses elevados. La orden de arresto marca una diferencia: ahora se trata de una sanción judicial directa, no solo de un debate político o mediático.
El futuro de Ricardo Salinas Pliego parece cada vez más incierto. Con deudas fiscales sin resolver en México y un proceso judicial abierto en Estados Unidos, su imagen pública se erosiona rápidamente. Lo que emerge es el retrato de un empresario que construyó su poder entre deudas, privilegios y opacidad, y que hoy enfrenta el riesgo de perder el aura de intocable que lo protegió durante años.