México, 16 de octubre de 2020 (NACIÓN 14).- Cuando el líder encargado de defender la integridad, la independencia y la soberanía de la Nación está siendo acusado por cargos relacionados con el narcotráfico, deja al descubierto la corrupción que durante el periodo neoliberal se acrecentó.
Salvador Cienfuegos Zepeda ocupó el cargo como titular de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y fue bajo esa investidura que hoy se conoce que mantenía nexos con organizaciones criminales.
De confirmarse las acusaciones en su contra, el general de 72 años que portaba en eventos públicos sus condecoraciones con orgullo entre ellas una recibida por el propio gobierno que hoy lo acusa, corre el riesgo no solo de que le sean retiradas sino de ser encarcelado.
A pesar de ser un militar retirado, las acusaciones en su contra no tiznaría sino mancharía la honra de las Fuerzas Armadas, en específico del Ejército mexicano que se sitúa entre las instituciones más valoradas por la población y se comprobaría una vez más que la delincuencia organizada y la corrupción penetraron en las esferas más altas del gobierno mexicano.
De acuerdo con la acusación formal presentada en el Distrito Este de Nueva York, Cienfuegos presuntamente utilizó al Ejército para atacar a los rivales del cártel de los Beltrán Leyva y en lugar de garantizar la seguridad interior como lo mandata la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, fue cómplice de criminales al advertirles sobre operaciones militares que los ponían en riesgo e incluso utilizó al ejército para atacar a los rivales del cártel que hoy se conoce, le pagaba sobornos.
Cienfuegos quien se comunicaba con los miembros del cártel bajo el alias “El Padrino”, conspiró para importar a Estados Unidos, entre diciembre del 2015 y febrero del 2017, un kilogramo de heroína, 5 kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetaminas y mil kilos de marihuana, de acuerdo con la acusación iniciada en su contra por el fiscal Richard P. Donoghue.
Es complicado por el momento entender de qué manera el Ejército que apoya a la sociedad en la reconstrucción de zonas afectadas por desastres naturales, pueda reconstruirse a sí mismo y superar este capítulo que pone en tela de juicio su honorabilidad, porque a pesar de que el principal objetivo de la “Operación Padrino” ha sido detenido, sería lógico pensar que no trabajó solo.