Ciudad de México, 2 de abril de 2020 (NACIÓN 14).-La gran mayoría se pregunta ¿Qué pasará cuando todo esto termine? en lo personal planeo hacer un fiestón de tres días de agradecimiento por todo lo aprendido, para ver, saludar a quienes pude haber perdido, abrazarles y decirles cuanto les quiero.
La situación es triste en todo el mundo y los escenarios no pueden ser alentadores cuando esta generación es testigo de la incertidumbre por la crisis sanitaria global y sus consecuencias. Emergencia planetaria que golpeó a nuestro sistema, tan frágil y que nos pone en evidencia de nuestra fragilidad, desvanece la falsa seguridad de estar por encima de la pirámide cuando vemos a la fauna turistear en “nuestro” territorio.
En estos momentos la pandemia es tal que ya se ven cuerpos en las calles al estilo de los embolsados que deja el crimen organizado en México, el trauma para la gente que ve esas terribles imágenes de película debe ser destructivo, devastador cuando tienes que salir o morir de hambre. La tristeza y el miedo abren la puerta para que el virus encuentre en el sistema inmune entrada para destruir no solo al cuerpo de un infectado, sino a todo un sistema global que será relevado por otro más fuerte, más sabio porque si algo dejan sucesos como este es un gran salto en la conciencia del ser humano.
Por eso es necesario una actitud de triunfo adelantado, vamos a ganarle a esta pandemia, no seremos la generación que dejó morir todo lo logrado por una ‘gripe’ mal tratada, fortalezcamos la mente y el cuerpo, cultivemos el espíritu en estos días de confinamiento. Aquellos que están en la primera línea de batalla contra ese enemigo invisible agradeceremos que cuiden a nuestros abuelos, a los padres, hijos, hermanos, a nuestros enfermos crónico degenerativos…a todos.
Con extrema cautela pero con pleno respaldo atiendo el mensaje del líder nacional que confía en los profesionales que manejan la crisis, los héroes al servicio de salud darán la batalla, tratemos bien a todo el personal sanitario.
Para atender la declaratoria de emergencia el Ejército Mexicano en su digno papel de apoyo en situaciones de desastre realizará el despliegue de tropas más grande que hemos visto desde que lo movilizaron para asesinar indígenas en Chiapas.
Es momento de ser solidarios “de adeveras” y no por moda, somos el país con el mejor legado, entrones, pueblo de guerreros tenaces, el enemigo contra el miedo es el conocimiento. Tenemos una ventana a todo el mundo desde la virtualidad de nuestros dispositivos, es lo único que nos mantiene conectados pero distantes en una realidad donde eramos distantes estando conectados, aprovechemos estos momentos de reflexión y hagamos nuevamente el ejercicio solidario de organización comunitaria.
Las crisis son oportunidades y esta es la oportunidad más grande a la que nos hemos enfrentado, sin afán de asustar es necesario prepararse para lo peor, siempre debes tener un plan, aún cuando tengas todo a tu favor debes de estar preparado para lo peor. Esa actitud hará la diferencia entre estar encerrado o estar enterrado.
En tiempos de crisis las personas suelen revelar su verdadero ser, damos cuenta de la maldad pero también de la bondad y con esa me quedo, en los días posteriores al sismo #19S el miedo de mi gente en las montañas era alimentado por un ambiente de incertidumbre en el que todos estaban a la expectativa de cuál sería el destino al ver sus hogares derrumbados y un gobierno rebasado pero fue la solidaridad humana que llegó desde el primer momento. Odiados y amados, el chilango fue el primero en saltar antes de que se dijera rana, el resto de inmediato pusimos manos a la obra y fue una tsunami de ayuda que no cesaba de arribar desde cualquier parte del país y del mundo.¿Recuerdan?
No podemos controlar la situación pero si nuestra actitud. En estos momentos en los que recorro las calles doy cuenta de aquellos que no tienen la misma fortuna de tener donde refugiarse, escucho sus historias y no veo otra que ayudar desde la colectividad, me apunto para el acopio y distribución de ayuda humanitaria para los que realmente lo necesiten, los del día a día, los exiliados,los desplazados, y los sin techo, aquellos que ni siquiera la caridad encuentran en las calles.
Es riesgoso, si, pero bajo un estricto protocolo en el manejo inocuo de alimentos es posible salvar la vida de quienes temen perderla por hambre, de esta manera mitigar los saqueos, el descontento social y la injusticia.
Cuando esto termine México dará el ejemplo al mundo de cómo levantarse de las adversidades, le lloraremos a nuestros seres queridos en el Mictlán y al año bailaremos con ellos, reaprendamos que somos humanos y rescatemos nuestra tradición creativa, habremos de levantarnos de la adversidad apoyándonos unos a otros, “con tequio”, haciendo comunidad, regresando a la permacultura, más sabios y más zhingones, porque recuerden que lo que no mata nos hace más fuertes, así que levanten la mirada reinas y reyes que ese virus trae corona, pónganse zhingones todas y todos y que se haga la vaquita.
Saludos y Bendiciones
@Medinamedios